Disfrutar del placer de un jardín era un asunto reservado,
hasta hace poco, para quienes disponían al menos de un mínimo espacio, ya sea
en un balcón, terraza o terreno exterior. Ahora, todos podemos acceder a este
lujo con solo contar con alguna pared libre en nuestra casa o en la fachada.
¿Increíble o cierto?
Pues, cierto gracias al desarrollo de una idea genial, los
llamados jardines verticales que, además de versátiles, son sencillos de montar
y tan económicos como podamos permitirnos. De hecho, hay espectaculares
ejemplos en edificios públicos, de los que hablaremos en otra ocasión, porque
ahora queremos proporcionarte ideas para que puedas montar un jardín vertical
casero.
En principio, si no quieres complicarte, en los centros de
jardinería y bricolaje existen unas estructuras metálicas o de PVC que sirven
como base donde montar un jardín vertical y cuyo precio es muy asequible.
También encontrarás el resto de material necesario, incluyendo sistemas de
riego automáticos, si quieres reducir al mínimo el esfuerzo del mantenimiento.
En cuanto tengas claro, dónde quieres montar tu jardín
vertical y dispongas del material, tienes que decidir qué tipo de plantas vas a
usar. Las posibilidades son innumerables, porque puede funcionar como huerto o
decantarte por una mera función estética.
Sin embargo, siempre tienes que contar con las condiciones
de luz y temperatura de la zona en la que vas a ubicar tu jardín vertical, como
base de la selección. Para interiores, puede resultar una buena idea empezar tu
jardín vertical casero con ejemplares de plantas verdes o con flor de sencillo
mantenimiento, para luego ir arriesgando.
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