miércoles, 16 de enero de 2013

Cómo asegurarnos un buen sistema de riego para jardines verticales


Una de las incontestables ventajas de los jardines verticales es que resulta un tipo de cultivo cuyo mantenimiento es muy sencillo, debido a sus propias características. Sin embargo, está claro, que hay un mínimo de cuidados que sí tenemos que prestar, entre los que destaca el sistema de riego para jardines verticales.

Como en otras modalidades de diseño vegetal, el riego para jardines verticales viene determinado básicamente por dos variables, las especies de plantas elegidas y el tipo de sustrato en el que estén asentadas. En cualquiera de los casos, el sistema de riego para jardines verticales más usado es el que funciona mediante una bomba que impulsa el agua desde la parte inferior de la estructura hacia la parte más alta. Desde arriba, el agua se desliza por toda la pared, mojando a todas las plantas que hay en el recorrido.

Otro elemento esencial para que funcione correctamente el riego para jardines verticales es el drenaje. Es especialmente importante detenerse en este detalle, puesto que en los jardines verticales las raíces de las plantas están menos protegidas que en otro tipo de plantaciones y, por tanto, son mucho más vulnerables ante cualquier encharcamiento. De hecho, es mucho más común que se mueran las plantas por putrefacción que por escasez de riego para jardines verticales.

Existen sistemas de automatización que se pueden incorporar al mecanismo de riego para jardines verticales. Esto es una gran ventaja para nuestra comodidad y funciona perfectamente una vez que le hemos encontrado el punto exacto al riego para jardines verticales.

Los jardines verticales: una instalación llena de ventajas


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Disfrutar de un rincón verde ya no es una cuestión de espacio, ni tampoco requiere de conocimientos profundos de jardinería. Desde que se han puesto de moda los jardines verticales, instalación sencilla y pocos cuidados son los mejores argumentos para que apostemos por crear nuestros propios diseños.

Con los jardines verticales, la instalación se ha convertido en un proceso al alcance de cualquiera que disponga de unos clavos para fijar a su pared unas estructuras muy simples que, además, se pueden comprar a un precio asequible en todos los centros de jardinería y bricolaje. Solo nos falta el sustrato de soporte y elegir las especies vegetales que más nos interesen y los jardines verticales de instalación propia se hacen una realidad.

Otra de las claves para tener éxito en estos proyectos de jardinería  es cuidar en los jardines verticales la instalación de un sistema de riego apropiado. Pero, no te preocupes, en la mayoría de los casos hablamos de un mecanismo muy básico y que no te va a suponer ningún problema. A menudo solo es necesaria una bomba, similar a la que se usa en las fuentes, cuyo funcionamiento permite recoger el agua de abajo e impulsarla hacia arriba.

Los jardines verticales, una instalación viva que sustituye a los tradicionales cuadros en las paredes de nuestras casas y que nos proporcionarán, además de un disfrute estético absolutamente original y personalizado, un aporte de aire fresco. De esta manera, conseguimos un sistema de filtrado y depuración y un elemento estético con un solo gesto. 

Algunos ejemplos de jardines verticales con historia


Cité des Sciences
Desde que hace más de dos décadas, el botánico Patrick Blanc ideara una solución paisajística original, comprometida con la sostenibilidad y adecuada para instalarse en las grandes urbes del mundo, mucho se ha avanzado en el camino de los jardines verticales y su historia. Y es que, además de extenderse al ámbito privado, se han incrementado los jardines verticales con historia propia.

Sin duda, el primero de estos jardines verticales con historia es el creado por el propio Blanc, el año 1986, para la Cité des Sciences de la capital francesa. Estas primeras estructuras verticales ya habían sido probadas por el científico francés en su propia vivienda, como consecuencia de los conocimientos y experiencias adquiridas en sus viajes al Sudeste Asiático, a países como Tailandia.

A partir de estos primeros proyectos se fueron extendiendo los diseños europeos de jardines verticales, historia que se repetía en otras partes del mudo. Así, se construyeron diferentes jardines verticales en París (Museo del Quai Branly), Bruselas (Green House Outskirts), Londres (Hotel Athenaeum) o Barcelona (Caixa Forum).

También encontramos otros ejemplos de jardines verticales con historia en zonas tan alejadas del mundo como el Restaurante Kaa de Sao Paulo o el que se encuentra en el Aeropuerto de Ciudad de México, en concreto en la Terminal  1 y cuya característica esencial es que se ha diseñado solo a base de helechos autóctonos. Es evidente que estamos solo en los inicios del desarrollo de los jardines verticales, una historia que solo puede traer beneficios al conjunto de la sociedad.

martes, 8 de enero de 2013

Apúntate a los jardines verticales y sus beneficios te sorprenderán


Los jardines verticales no son una simple moda estética, aunque es indudable su aportación al embellecimiento de las zonas donde se ubican. Desde diferentes ámbitos, incluido el científico, se ha analizado y comprobado que los jardines verticales y sus beneficios son una realidad que supera en muchos casos las expectativas creadas.

Y es que son muchos los ejemplos ya de asentados jardines verticales con beneficios patentes en la calidad de vida dentro y fuera de los edificios en los que se hallan. El primero en el que se piensa es en su capacidad como sistema aislante, que reduce la necesidad de gastar energía en aumentar o reducir la temperatura de las estancias. También está la insonorización que proporcionan, muy valorada en edificios de las bulliciosas grandes ciudades (hasta diez decibelios).

Hay datos científicos que avalan las ventajas de los jardines verticales, beneficios como que tan solo un metro cuadrado de estas formaciones retienen más de 100 gramos de polvo, que ya no serán respirados por nuestros pulmones. O que un edificio de cuatro pisos de altura con jardines verticales da beneficios como filtrar nada menos que 40 toneladas de gases nocivos anualmente y la nada despreciable cantidad de 15 kilos de metales pesados.

Aunque parecen casi increíbles, estas cifras de los jardines verticales son beneficios reales que se tienen que añadir a la evidente mejora que supone estéticamente poder disfrutar de esas espectaculares creaciones vegetales que, anímicamente estimulan y hacen que los viandantes y habitantes de esos espacios se encuentren mejor.

En qué consisten los jardines verticales hidropónicos


La variedad de sistemas para construir jardines verticales hace que sea imposible seleccionar un solo tipo como el mejor, porque su idoneidad depende de las condiciones específicas de cada caso. Sin embargo, queremos detenernos en analizar las características de los jardines verticales hidropónicos, una opción que utiliza soluciones minerales en lugar del sustrato tradicional para asentar las raíces de las plantas.

Por tanto, la clave del desarrollo de los jardines verticales hidropónicos es que cuenten con los nutrientes específicos que necesita cada especie vegetal que decidamos cultivar, que les aportaremos a través del agua de riego. Conocer bien la demanda de cada una de nuestras plantas hará que crezcan sin problemas y que los jardines verticales hidropónicos desarrollen  sus máximas potencialidades.

No debes preocuparte por acertar con la combinación de nutrientes para los jardines verticales hidropónicos, existen fórmulas ya preparadas que se pueden adquirir en los centros de jardinería. Basta con comentar con los expertos cuáles son las especies que conforman los jardines verticales hidropónicos y ellos te proporcionarán los nutrientes según el caso.

Sin embargo, si quieres estar familiarizado con algunos de estos elementos que son imprescindibles para el desarrollo de jardines verticales hidropónicos, te citamos algunos de ellos: calcio, carbono, fósforo, hierro, manganeso, azufre, zinc, magnesio o potasio y cobre. Por supuesto, para el crecimiento de los jardines verticales hidropónicos es básica la contribución del nitrógeno y del oxígeno.

Con estas claves, solo falta un sustrato a base de arena, virutas, piedra pómez, fieltro, poliuretano o lana de roca, por citar algunos de los que son viables para la instalación de jardines verticales hidropónicos.

Disfrutar de jardines verticales exteriores, una opción al alcance de cualquiera


¿Quieres proporcionarle a tu vivienda un eficaz aislamiento térmico y acústico? ¿Eres un convencido de la necesidad de concienciación ecológica? Si has respondido afirmativamente a estas cuestiones, eres un firme candidato a disfrutar de todas las ventajas de los jardines verticales exteriores.

No te asustes si no eres un experto en jardinería. Realmente se pueden hacer increíbles jardines verticales en el exterior con solo poner en práctica unas pocas ideas básicas y acertando en la elección del tipo de especies vegetales que vas a colocar. Todo lo que necesitas es disponer de alguna pared libre, que reciba luz solar durante algunas horas al día y toda tu creatividad para dar forma a un proyecto de este tipo.

La composición más común de estos hardines consiste en una estructura metálica que se fija al muro, a la que añadir una capa impermeabilizante para que no traspasen humedades a la vivienda. Ten cuidado en que quede un pequeño espacio de ventilación entre el montaje y el muro.

La instalación de los se completa con una capa de fieltro, puesta de forma que se formen pequeñas bolsa en la que irán colocados los diferentes ejemplares de plantas que hayas seleccionado. El último elemento de los jardines verticales exteriores es el sistema de riego.

Si te ha parecido complejo el sistema para instalar jardines verticales exteriores que te hemos propuesto, date una vuelta por cualquier centro de jardinería y encontrarás módulos prefabricados que incluyen todas las piezas necesarias para instalar tu propio jardín vertical.