Difícilmente va a ser la opción recomendada por los amantes
de la jardinería, pero lo cierto es que, hay una creciente tendencia a instalar
jardines verticales artificiales,
sobre todo válida para quienes no
disponen de tiempo, ni conocimientos, para cuidar las plantas vivas de los jardines
verticales. En el caso de optar por jardines
verticales artificiales, lo imprescindible es trabajar con materiales de la
máxima calidad, si queremos que el resultado se asemeje lo más posible a los
naturales.
Hay buenos interioristas que han presentado proyectos de jardines verticales artificiales
verdaderamente increíbles. Para conseguirlo, además de seleccionar plantas
sintéticas de un acabado casi perfecto, es una buena idea incluir otro tipo de
materiales naturales que contribuyan a dar ese aspecto de frescura y dinamismo
a los jardines verticales artificiales.
Por eso, el musgo, las rocas o las ramas secas son elementos
que pueden “naturalizar” los jardines
verticales artificiales. Ciertamente, conseguir una composición que se
aleje de la artificiosidad es la clave para que los jardines verticales artificiales funcionen, así que, como en otros
casos, la sencillez del diseño es una buena fórmula.
Hay que tener en cuenta que, si bien los jardines verticales artificiales no
requieren casi de labores de mantenimiento, lo cierto es que son necesarias
algunas atenciones. Básicamente, es importante cuidar que en los jardines verticales artificiales no se
acumule polvo, porque sería una muestra de su falta de vida. También hay que
reponer cualquier elemento de la composición que se deteriore, sino la imagen
del conjunto quedaría dañada.
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