Apúntate a la moda de los jardines verticales y aprovecha material reciclado, como pueden ser
los palets, para construirlo tú
mismo. Se trata de una tarea de jardinería muy sencilla, con resultados
realmente sorprendentes y que, por si fuera poco, será una contribución que
hagas a la conservación del medio ambiente.
Lo primero que tienes que hacer es, evidentemente, conseguir
uno o varios palets. En los polígonos
industriales o en los propios viveros te los proporcionarán gratis, pues suelen
desechar los que no están en perfectas condiciones. Un poco de lija sobre la
madera, para quitar astillas, y sacar algún clavo que pudiera llevar y tendrás
un palet listo para empezar con tu
jardín vertical.
Cubre bien toda la parte posterior y tres de los laterales
con lona plástica, de la que se usa comúnmente para trabajos de jardinería,
usando grapas para que quede perfectamente sujeta. La parte superior, que has
dejado sin tapar, te servirá para el riego. Ahora es el momento de rellenar de
tierra y colocar las plantas en nuestro jardín
vertical.
Es muy importante que esta tarea la hagas con los palets colocados sobre el suelo, en
posición horizontal, para que el sustrato se quede perfectamente fijado. Para
conseguirlo, deja tus jardines
verticales de palets sobre el suelo unas dos semanas, cuidando que el riego
sea constante. Una vez pasado este tiempo nuestras plantas estarán totalmente
asentadas y podrás colgarlos sin temor. En cuanto a las especies de plantas a
elegir, ya sabes que lo mejor es optar por las autóctonas.
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