¿Te has decidido a montar un jardín vertical en el interior de tu vivienda, pero no tienes claro por dónde empezar? No te preocupes, con
unos sencillos pasos puedes asegúrate el éxito sin grandes esfuerzos.
Primera clave, la ubicación. En un espacio interior, lo más
importante es que le asegures a tus plantas la luz solar suficiente para su
desarrollo pero, preferentemente, indirecta para proteger unas raíces que no
cuentan con la protección de un terreno firme. Si eres un principiante, mejor
compra un kit con los materiales necesarios para montar el jardín vertical, más
adelante te puedes arriesgar con otras propuestas.
Es muy importante, también, que valores el peso del montaje
de tu jardín vertical interior, evitando el riesgo de que pueda desmoronarse.
En este cálculo debes incluir el dato del aumento que supone el riego. Lo más
indicado es que optes por materiales ligeros y resistentes a la humedad en la
estructura de tu jardín vertical.
Esencial es el papel que juega, en el arraigo de las plantas
de jardines verticales, el riego. Encontrar el punto justo pasa, en primer
lugar, por el drenaje ya que la acumulación de agua es la causa más frecuente
de muerte de las plantas, porque se pudren sus raíces. Pero, está claro que
tienes que atender al riego de manera adecuada.
Un método muy habitual y cómodo es usar un riego por bomba
que impulsa el agua hacia la parte superior, desde donde cae, tras regar todas
las plantas, a un contenedor que la recoge en la parte inferior.
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