Una de las incontestables ventajas de los jardines
verticales es que resulta un tipo de cultivo cuyo mantenimiento es muy
sencillo, debido a sus propias características. Sin embargo, está claro, que
hay un mínimo de cuidados que sí tenemos que prestar, entre los que destaca el
sistema de riego para jardines verticales.
Como en otras modalidades de diseño vegetal, el riego para jardines verticales viene
determinado básicamente por dos variables, las especies de plantas elegidas y
el tipo de sustrato en el que estén asentadas. En cualquiera de los casos, el
sistema de riego para jardines
verticales más usado es el que funciona mediante una bomba que impulsa el
agua desde la parte inferior de la estructura hacia la parte más alta. Desde
arriba, el agua se desliza por toda la pared, mojando a todas las plantas que
hay en el recorrido.
Otro elemento esencial para que funcione correctamente el riego para jardines verticales es el
drenaje. Es especialmente importante detenerse en este detalle, puesto que en
los jardines verticales las raíces de las plantas están menos protegidas que en
otro tipo de plantaciones y, por tanto, son mucho más vulnerables ante
cualquier encharcamiento. De hecho, es mucho más común que se mueran las
plantas por putrefacción que por escasez de riego para jardines verticales.
Existen sistemas de automatización que se pueden incorporar
al mecanismo de riego para jardines
verticales. Esto es una gran ventaja para nuestra comodidad y funciona
perfectamente una vez que le hemos encontrado el punto exacto al riego para jardines verticales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario