Disfrutar de un rincón verde ya no es una cuestión de
espacio, ni tampoco requiere de conocimientos profundos de jardinería. Desde
que se han puesto de moda los jardines verticales,
instalación sencilla y pocos cuidados son los mejores argumentos para que
apostemos por crear nuestros propios diseños.
Con los jardines
verticales, la instalación se ha convertido en un proceso al alcance de
cualquiera que disponga de unos clavos para fijar a su pared unas estructuras
muy simples que, además, se pueden comprar a un precio asequible en todos los
centros de jardinería y bricolaje. Solo nos falta el sustrato de soporte y
elegir las especies vegetales que más nos interesen y los jardines verticales de instalación propia se hacen una realidad.
Otra de las claves para tener éxito en estos proyectos de
jardinería es cuidar en los jardines verticales la instalación de
un sistema de riego apropiado. Pero, no te preocupes, en la mayoría de los
casos hablamos de un mecanismo muy básico y que no te va a suponer ningún
problema. A menudo solo es necesaria una bomba, similar a la que se usa en las
fuentes, cuyo funcionamiento permite recoger el agua de abajo e impulsarla
hacia arriba.
Los jardines
verticales, una instalación viva que sustituye a los tradicionales cuadros
en las paredes de nuestras casas y que nos proporcionarán, además de un
disfrute estético absolutamente original y personalizado, un aporte de aire
fresco. De esta manera, conseguimos un sistema de filtrado y depuración y un
elemento estético con un solo gesto.
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