viernes, 6 de julio de 2012

El jardín vertical más grande de Europa, en Málaga


El jardín vertical más grande de Europa está en Málaga, concretamente en el puerto, en el Muelle Uno, en el restaurante "Café de París". Tiene unos 120 metros cuadrados, cuatro metros de alto y casi 30 de largo, y está cubierto de helechos y otras plantas de interior como las costillas de Adán, y de plantas aromáticas como la lavanda, cuando el jardín sale al esterior.

El proyecto de este muro verde se lo debemos al gerente de Miramar, Juan Carlos Rodríguez, y la materialización del proyecto a la empresa malagueña Acer. Esta empresa ha aplicado un método más eficiente que el empleado en el jardín vertical del edificio Caixa Forum de Madrid, donde el humus embolsado provoca que las planras se estropeen con el tiempo. Se ha empleado un sistema de módulos de sphagnum, o musgo chileno, el cual se coloca en módulos enrejados.

Este jardín además de aportar belleza al lugar aporta ideas al negocio, incluso muchos platos del restaurante se han inspirado en este muro verde.

El Jardín vertical del Hotel Mercure Madrid Santo Domingo, el más grande del mundo


El jardín vertical más grande del mundo está en Madrid. quien  iba a pensar que en la capital de España, conocida, entre otras cosas, por su boina negra y su contaminación abundante, que en alguna ocasión la mano inepta de los gobernantes quisieron disimular ante la Unión Europea poniendo los medidores de contaminación en zonas más verdes y bajar así los índices marcados.

Pues en pleno centro de Madrid, concretamente en el Hotel Mercure Madrid Santo Domingo, está este jardín vertical más grande del mundo, reconocido por el libro Guinnes de los Records, que tiene casi 1 kilómetro cuadrado. Concretamente son 844m2 de superficie ajardinada sobre una estructura de andamios, que está inspirado en los antiguos jardines colgantes de Babilonia.


Este jardín es un auténtico microclima con más de 200 especies y variedades de plantas, entre las que se encuentra la palmera azul mexicana, la Cyca Revoluta, el árbol de Júpiter, además de una cascada artificial que ayudan a crear el ambiente fresco y húmedo que tanta falta hace en la capital en la que durante los meses de agosto, y cuando se esconde el sol, da la impresión de que se ha colocado debajo del asfalto, que desprende un calor contínuo que hace complicado que la calidad de vida en la ciudad sea, por lo menos, aceptable.


D. Manuel Pasquín es el ingeniero al que se le debe esta maravilla digna de visitar, en la que la elección de las plantas no solo dan un bello colorido al lugar sino que son una muestra de adaptabilidad, pues aunque son especies que no resistirían el clima de la península, si que son aptas para el microclima que en Madrid forma la polución, de otro modo no resistirían el frío de nuestro país. 

Y como en la naturaleza todo va de la mano, a las plantas se unen especies animales que están encontrando en el jardín su hábitat. Los mirlos fueron los primeros en mudarse al hotel, incluso los días de la inauguración del hotel se les podía ver poniendo a punto su futura residencia. 

El contraste con los edificios que rodean al hotel se acentúa con los pinos piñoneros y el eucalipto que coronan el jardín. También dan un gran colorido las cestas colgantes con que cuenta y en las que se colocan flores de temporada. 

Pero este jardín además de bellos es eficiente ecológicamente así como económicamente. Primero porque el agua que se utiliza para regarlo es reutilizada tras ser depurada, y económicamente porque es un jardín casi autosuficiente en le que con sólo unas horas semanales del trabajo de un único operario, se consigue que luzca perfecto.